El Gran Premio de Italia 2024 fue un desafío mayor de lo esperado para Fernando Alonso y su equipo, Aston Martin. Partiendo desde la undécima posición en la parrilla, el piloto español sabía que las posibilidades de puntuar eran escasas, sobre todo considerando la distancia que separa a los cuatro equipos principales del resto de la parrilla.
A pesar de un inicio prometedor, donde Alonso logró mantenerse dentro de los diez primeros, su suerte cambió tras la segunda parada en boxes. Esta decisión estratégica lo relegó al undécimo lugar, dejándolo a solo una décima de conseguir un punto, un amargo final teniendo en cuenta su esfuerzo durante la carrera.
Alonso fue tajante al expresar su frustración tras bajar de su AMR24: «Creo que el coche hoy estaba para ser 16º o 17º y lo hemos puesto 9º durante casi toda la carrera y 10º en la salida». Estas declaraciones reflejan la diferencia abismal entre el rendimiento real del coche y el resultado que logró durante la mayor parte de la competencia.
La estrategia de dos paradas, en lugar de una, resultó ser un factor clave en su desempeño. Aunque Alonso consideró que la diferencia en tiempo total entre ambas estrategias era mínima, la degradación de los neumáticos en su Aston Martin le impidió intentar un enfoque de una sola parada, como hicieron Kevin Magnussen y Alexander Albon, quienes terminaron por delante de él.
«El Aston Martin se come muchísimo los neumáticos, no tenemos nada de agarre en las curvas, así que los forzamos demasiado y para nosotros dos paradas era la única manera de acabar la carrera»
explicó el bicampeón, evidenciando las limitaciones del coche en este circuito.
Cuando se le preguntó si había algo positivo que pudiera rescatar de este fin de semana en Monza, Alonso no dudó en responder con un categórico «Nada», reflejando la profunda decepción con la que se despide de una carrera que le exigió al máximo, pero que no le recompensó en la tabla de posiciones.