El Aston Martin AMR22 de Alonso es el séptimo coche del Campeonato del Mundo de Constructores. Aunque por la tónica de las últimas carreras, es sexto, muy por delante de Alfa Romeo (que han empezado la temporada con mucha fuerza) ya la par de McLaren y Alpine. De hecho, ambos pilotos, Vettel y Stroll, sumaron puntos en el último Gran Premio de Abu Dabi.
El director técnico Tom McCullough explicó brevemente el desarrollo del auto: “Mucho ha cambiado desde febrero. «porpoising» nos ha hecho sufrir. El ritmo de carrera en Miami es bueno, pero hemos decidido introducir un concepto de diseño diferente (al estilo de Red Bull desde Barcelona).
Dos ideas convivieron en el túnel de viento. Nos puso en el camino equivocado y perdimos los primeros meses. Pero a partir de ahí se abrió una ventana de acción más amplia y con menos restricciones. De pelear en la parte de atrás de la zona media, pasamos a la verdadera mitad».
La última mejora llegó en Singapur, y aunque la fábrica de Silverstone se ha centrado en el AMR23 que conducirán Alonso y Stroll desde julio, el ingeniero británico reveló: «Hemos estado centrados al 100 por ciento durante varios meses. Hay áreas comunes en el desarrollo porque las lecciones aprendidas este año deben traducirse en los autos del próximo año.
Es un equilibrio, y haremos mucho desarrollo para arreglar las cosas, pero debido al límite de gasto, estamos priorizando las áreas sobre las que queremos aprender más, el fondo plano, el difusor, los extremos del fondo plano, ahí es donde se ha puesto más dinero para ayudar, tal vez no para conducir más rápido este año, sino para aprender de cara al próximo».