Yordan Álvarez volvió a hacer de las suyas, pero esta vez no solo en el campo de juego. Durante la visita de los Astros de Houston al Tropicana Field el pasado martes 13 de agosto, el poder del bate del cubano dejó su marca, y no precisamente en el marcador del partido.
Antes de que comenzara el encuentro en el que los Astros de Houston se alzaron con una victoria de 3-2 sobre los Rays de Tampa Bay, Álvarez realizó un swing tan fuerte que impactó en la pizarra electrónica ubicada en el jardín derecho del estadio. Este impacto causó que la pantalla, una de las más grandes del recinto, dejara de funcionar durante el juego.
Aunque el incidente fue tomado con humor por el equipo, la situación no pasó desapercibida para los presentes y, por supuesto, para la prensa.
El juego y las risas: ¿Quién es el responsable?
Después del partido, Brian McTaggart, periodista de MLB.com, entrevistó a Álvarez para conocer su versión de los hechos. Con su característica chispa, el toletero cubano respondió bromeando:
«Tú eres el que me está metiendo en problemas, McTaggart, porque tú fuiste el que lo posteaste. Si no hay un video en el que se vea que fui yo, ese bill (dinero) no lo pago yo»
comentó Álvarez entre risas.
Yordan Alvarez had some fun with his scoreboard knockout, joking it can’t be proven it was him.
"Was there a video showing it was me? I don't know if there was, and I'm not paying that bill,” he said. pic.twitter.com/xC98iTJ7bE
— Brian McTaggart (@brianmctaggart) August 14, 2024
El cubano también contó con el apoyo de sus compañeros, quienes respaldaron su versión, asegurando que «si no hay video, no hay culpable». Sin embargo, para su mala suerte, parece que las cámaras capturaron el momento.
Un antecedente que no se olvida
No es la primera vez que Yordan Álvarez deja su huella en una pizarra. Durante su temporada de novato en 2019, jugando en casa en el Minute Maid Park de Houston, también causó estragos. En esa ocasión, un jonrón de 455 pies dañó un panel LED del marcador, conocido popularmente como «El Grande».
Refiriéndose a ese incidente, Álvarez admitió con una sonrisa: «Ese sí sé que fui yo, pero no pasó nada, la pantalla se arregló. A veces, en la práctica, le pongo un poco de intención al swing y pasan estas cosas».