Desde su llegada a Seattle, Randy Arozarena ha demostrado ser un jugador clave en la ofensiva de los Marineros. El cubano-mexicano, quien anteriormente jugaba para los Tampa Bay Rays, ha tenido un impacto inmediato en su nuevo equipo, contribuyendo de manera significativa en su lucha por la postemporada.
En los 11 juegos que ha disputado con los Marineros de Seattle, Arozarena ha registrado un promedio de bateo de .293, sumando 12 hits, incluyendo un jonrón, 2 carreras impulsadas y 11 carreras anotadas.
Su habilidad para conectar con el bate ha sido un factor determinante para mantener al equipo competitivo, especialmente en la reñida División Oeste de la Liga Americana.
El cambio de equipo parece haber revitalizado a Arozarena. A principios de la temporada, su promedio de bateo se encontraba por debajo de .200, una cifra preocupante para un jugador de su calibre.
Sin embargo, su rendimiento ha mejorado notablemente en las últimas semanas, elevando su promedio a .220 en lo que va del año. A lo largo de 111 juegos, ha acumulado 86 hits, 16 jonrones, 39 carreras impulsadas y 56 carreras anotadas, cifras que reflejan su capacidad para contribuir tanto en la ofensiva como en la defensa.
Actualmente, los Marineros de Seattle se encuentran empatados en el primer lugar de la División Oeste de la Liga Americana junto a los Astros de Houston, con un récord de 60 victorias y 56 derrotas. La actuación de Arozarena será crucial para las aspiraciones del equipo en esta recta final de la temporada.
Randy Arozarena ha demostrado que su transferencia a Seattle ha sido un acierto tanto para él como para los Marineros, quienes continúan en la pelea por un lugar en la postemporada gracias a su notable rendimiento.