El lanzador estrella Paul Skenes se ha convertido en el portavoz involuntario de los Piratas de Pittsburgh tras el despido del mánager Derek Shelton, una decisión que sacude a la organización después de un desastroso récord de 12-26 al inicio de la temporada.
En declaraciones recogidas por Colin Beazley del Pittsburgh Post-Gazette, el joven as del montículo no evitó señalar la urgencia de un cambio de mentalidad en el vestuario.
“Alguien tenía que rendir cuentas”, afirmó Skenes con contundencia. “No me sorprende. Cuando vas 12-26, las consecuencias llegan”, añadió, reflejando una madurez inusual para un jugador de su experiencia.
Paul Skenes on the Derek Shelton firing
“I wasn’t shocked, we’re 12-26. Someone’s gotta be held accountable.” pic.twitter.com/ebHKujoxKF
— Talkin’ Baseball (@TalkinBaseball_) May 9, 2025
Más allá de la responsabilidad individual, el derecho hizo énfasis en la necesidad de que el equipo defina objetivos claros: “¿Qué significa ‘recuperable’ para nosotros? No es una pregunta para los medios, sino para este grupo”.
El despido de Shelton, quien dirigió al equipo durante cinco años y medio sin lograr clasificaciones a playoffs, marca un antes y después para una franquicia que acumula temporadas en la sombra de la División Central de la Liga Nacional.
Con Don Kelly asumiendo el rol interino, la presión recae ahora en un roster joven que, según Skenes, “debe entender que esto es una llamada a la acción”.
Skenes: brillo individual en un equipo opaco
Mientras los Piratas luchan por salir del último lugar, el desempeño de Skenes sigue siendo un destello de esperanza. Con una efectividad de 2.77, 0.95 WHIP y 47 ponches en 48.2 entradas, el lanzador refuerza su estatus como pieza clave.
Su trayectoria ascendente —incluyendo el premio al Novato del Año en 2023 y su nominación al Cy Young— contrasta con la realidad de un equipo que no logra capitalizar su talento.
¿Hacia dónde navegan los Piratas?
La salida de Shelton abre un debate sobre la dirección estratégica del club. Aunque Skenes evita criticar directamente a la gerencia, sus palabras dejan entrever una demanda tácita de mayor ambición: “Esto no se trata de buscar culpables, sino de construir algo que perdure”.
Con un mercado de pretemporada discreto y una cantera aún en desarrollo, el reto para Don Kelly —y para quien ocupe el cargo de manera permanente— será transformar las advertencias de Skenes en resultados.