El escenario parecía estar diseñado a la medida para los Mets: con una ventaja en el marcador en las últimas entradas y su cerrador estrella, Edwin Díaz, en la lomita. El juego tenía implicaciones importantes para las aspiraciones de Nueva York en la lucha por el Comodín de la Liga Nacional, y el equipo confiaba en que Díaz sellaría la victoria.
Sin embargo, el desenlace no fue el esperado. Díaz, ingresando al juego con dos outs y un hombre en base en la octava entrada, no logró encontrar su ritmo. Ocho de sus primeros diez lanzamientos estuvieron fuera de la zona, llenando las bases y dejando el escenario listo para un fatídico turno al bate de Corbin Carroll de los Diamondbacks, quien conectó un grand slam que inclinó el juego a favor de Arizona.
La derrota por 8-5 no solo costó un juego crucial, sino que también puso en peligro las ya complicadas opciones de los Mets en la carrera por el Comodín.
Carlos Mendoza, mánager de los Mets, comentó sobre la situación:
«Siempre te sientes bien respecto a tus posibilidades cuando tienes a tu cerrador en el montículo con la oportunidad de ganar el juego».
A pesar del tropiezo, tanto Mendoza como Díaz mantienen su fe en la capacidad del cerrador para redescubrir su mejor forma.
«Lo teníamos. Lo teníamos. Tenemos que seguir jugando béisbol y al final del año, ya veremos quiénes somos»
reflexionó Díaz.
Esta temporada ha sido complicada para Díaz, quien ha sido el responsable de tres derrotas y ha desperdiciado seis oportunidades de salvamento, incluyendo cuatro en un lapso difícil en junio.
Una lesión lo obligó a tomar un descanso, pero desde su regreso había mostrado señales de recuperación, hasta su actuación en San Diego, donde permitió un jonrón de oro a Jackson Merrill y ahora este último descalabro en Phoenix.
Con una efectividad de 4.30, mucho más alta que la impresionante marca de 1.31 en su última temporada completa en 2022, Díaz enfrenta uno de los retos más difíciles de su carrera.
Sin embargo, la temporada aún no está perdida para los Mets, aunque el margen de error se reduce cada vez más. Actualmente, Nueva York está a cuatro juegos de los Bravos por el último puesto de Comodín, un déficit considerable, pero no insuperable.
Brandon Nimmo, jardinero de los Mets, describió la situación del equipo como una «batalla cuesta arriba» y reconoció la necesidad de que tanto ellos como sus rivales cometan errores para que Nueva York pueda capitalizar.
«Me parece que San Diego, Arizona y Atlanta están jugando muy buen béisbol en el momento justo»
añadió Nimmo.
Aunque los Mets enfrentan un panorama complicado, el equipo sigue confiando en que Díaz puede ser una pieza clave para dar vuelta a la situación. Queda por ver si podrán superar este obstáculo y mantenerse en la lucha por un lugar en la postemporada.