El joven receptor Ethan Salas, catalogado como una de las joyas más brillantes en el sistema de menores de los San Diego Padres, enfrentará un período de inactividad tras diagnosticársele una reacción de estrés en la zona lumbar. La organización confirmó que el prospecto de 18 años estará fuera de acción durante al menos ocho semanas, aunque descartan complicaciones a largo plazo.
Contexto de la lesión y manejo médico
El problema físico se detectó después de que Salas experimentara molestias persistentes durante su rehabilitación en el complejo de entrenamiento primaveral en Arizona. Inicialmente, se manejó como una distensión muscular común, pero un escáner CT reveló la verdadera naturaleza del padecimiento.
A.J. Preller, gerente general del equipo, expresó cautela optimista: «Priorizamos su desarrollo a largo plazo. A sus 18 años, tiene tiempo para recuperar at-bats en la segunda mitad de la temporada o incluso en ligas invernales».
Este tipo de lesión no es inédita en la organización: Fernando Tatis Jr. vivió una situación similar en su temporada como novato, sin secuelas posteriores. Los Padres manejan el caso con extremo cuidado, dado el perfil de Salas como futuro pilar defensivo.
Proyección y contexto deportivo
Con apenas 10 partidos disputados en Double-A San Antonio esta temporada, Salas acumula líneas ofensivas de .221/.305/.347 en 800 turnos al bate en ligas menores, números notables considerando que compite contra rivales cinco años mayores en promedio. MLB Pipeline lo ubica como el segundo mejor prospecto del club, solo detrás del campocorto Leo De Vries.
La dinastía familiar Salas continúa en el béisbol: sus hermanos José (Twins) y Andrew (Marlins) también militan en sistemas de ligas menores. Este entorno deportivo ha acelerado su adaptación al alto rendimiento.
Impacto en los Padres y panorama actual
Aunque el equipo sufre por la producción ofensiva limitada de sus receptores principales (Elias Díaz y Martín Maldonado), la franquicia insiste en no acelerar el ascenso de Salas. «Su cronograma no cambia», recalca Preller. La estrategia apunta a 2025 como ventana realista para su debut en Grandes Ligas.