Los Dodgers de Los Ángeles se encuentran en una situación límite en la Serie Divisional frente a los Padres de San Diego. Con desventaja en la serie y la amenaza de eliminación, el equipo necesita resolver un problema que ha quedado en evidencia: la falta de producción de la parte baja de su alineación.
Si no logran corregirlo en el Juego 4, su participación en la postemporada podría llegar a su fin de manera prematura.
Una alineación desequilibrada y sin contundencia
En la temporada regular, los Dodgers mostraron una ofensiva potente y balanceada, pero en esta serie, ese equilibrio se ha roto. Jugadores como Max Muncy, Will Smith, Gavin Lux, Tommy Edman y Andy Pages han sido prácticamente inoperantes, lo que ha puesto más presión en la parte alta de la alineación.
Aunque estrellas como Mookie Betts, Shohei Ohtani y Teoscar Hernández han respondido con batazos oportunos, esto no ha sido suficiente para contrarrestar el desplome ofensivo del resto del equipo.
El promedio de bateo colectivo de los Dodgers en esta postemporada es de .216, una cifra muy baja para un equipo que aspiraba a ser protagonista.
En contraste, la parte alta del lineup ha sido la única fuente de producción constante, lo que deja al descubierto las deficiencias en la parte baja.
Los números hablan por sí solos: sin el aporte de jugadores como Pages, Lux o el veterano Miguel Rojas, el equipo se ha visto incapaz de mantener la presión ofensiva durante el transcurso de los partidos.
Desglose de las estadísticas ofensivas en postemporada:
- Juegos disputados: 3
- Turnos al bate: 97
- Carreras anotadas: 14
- Hits conectados: 21
- Jonrones: 4
- Carreras impulsadas: 12
- Boletos recibidos: 9
- Ponches: 23
- Bases robadas: 4
- Promedio de bateo: .216
- OBP (porcentaje de embasado): .280
- SLG (slugging): .340
- OPS (on-base + slugging): .767
Con estos números, es evidente que los Dodgers dependen de sus estrellas para generar ofensiva. Si la parte baja de la alineación no despierta en el próximo partido, podría ser demasiado tarde para intentar cambiar la historia de esta serie.
Un cuerpo de lanzadores sin respuestas
Pero los problemas de los Dodgers no se limitan solo a la ofensiva. El cuerpo de lanzadores también ha mostrado signos preocupantes de inconsistencia. Tras una temporada en la que el equipo fue líder en la Liga Nacional, su pitcheo ha tenido un bajón significativo, algo que se ha reflejado en sus números.
El equipo acumuló una efectividad de 7.27 en tres aperturas, permitiendo 21 carreras limpias en apenas 26 entradas lanzadas.
El desgaste en el bullpen también ha sido notorio, sumando 8 boletos y 8 jonrones permitidos. Un promedio de bateo permitido de .260 y un WHIP de 1.35 dejan claro que los rivales han tenido facilidad para conectar y poner corredores en base.
Números del pitcheo en la serie divisional:
- Aperturas: 3
- Victorias: 1
- Derrotas: 2
- Efectividad: 7.27
- Salvamentos: 1/1
- Entradas lanzadas: 26.0
- Hits permitidos: 27
- Carreras limpias: 21
- Jonrones permitidos: 8
- Boletos: 8
- Ponches: 17
- WHIP: 1.35
- Promedio de bateo permitido: .260
El bajo rendimiento del pitcheo complica aún más la situación. Sin una rotación sólida capaz de mantener el marcador ajustado, la falta de producción ofensiva se hace aún más notoria. Los Dodgers necesitan alinear ambos aspectos de su juego para superar a un equipo de Padres que, sin presión, está jugando con mucha soltura y confianza.
Claves para el Juego 4: Un todo o nada
El panorama es claro: los Dodgers de Los Ángeles están a un juego de la eliminación. Para evitarlo, necesitan que los bateadores de la parte baja del lineup reaccionen.
Max Muncy y Will Smith deben encontrar su mejor versión y aportar en momentos clave. A su vez, el pitcheo inicial debe ser más efectivo y permitir menos libertades a los bateadores rivales.
Si los Dodgers logran combinar un mejor desempeño de sus lanzadores con la activación de los jugadores relegados en su ofensiva, podrían cambiar la narrativa de la serie y forzar un decisivo Juego 5.
Sin embargo, si los mismos problemas persisten, la eliminación será inevitable y las expectativas de una temporada de campeonato se esfumarán.