La temporada de Los Angeles Lakers toma un nuevo rumbo con la noticia más esperada: LeBron James estaría listo para reaparecer en la duela este sábado frente a Chicago Bulls en el Crypto.com Arena, según confirmaron fuentes cercanas al equipo.
El astro, ausente desde el 8 de marzo por una lesión en el músculo inguinal, retoma su rol como líder indiscutible en un momento clave para las aspiraciones del equipo.
El impacto de la ausencia y la recuperación del equipo
Durante las últimas semanas, el conjunto dirigido por JJ Redick enfrentó un desafío doble: mantener competitividad sin su figura principal y ajustar estrategias ante bajas recurrentes.
Pese a caer ante Boston Celtics, Phoenix Suns y San Antonio Spurs, los angelinos mostraron resiliencia al lograr dos victorias consecutivas como locales, demostrando que aún tienen fuelle para la recta final de la temporada.
James, en su vigesimosegunda campaña en la NBA, mantiene números impresionantes: 25.0 puntos por partido, 51.7% de efectividad en tiros de campo y 8.5 asistencias de media. Su regreso no solo inyecta calidad ofensiva, sino también experiencia en momentos decisivos.
Doble refuerzo: Hachimura también regresa
Además del «Rey», los Lakers suman otro alivio: Rui Hachimura, quien estuvo fuera desde finales de febrero por una molestia en la rodilla.
Su versatilidad como ala-pívot aportará profundidad al juego interior y opciones defensivas, elementos vitales ante rivales como Denver Nuggets, con quienes podrían igualar en tercer lugar de la conferencia Oeste si logran una victoria clave este miércoles.
La carrera por los puestos altos
Actualmente en la cuarta posición del Oeste, cada partido se vuelve crucial. La reactivación de James y Hachimura llega en un momento estratégico, no solo para asegurar un lugar en playoffs, sino para proyectar un equipo más sólido ante posibles cruces eliminatorios.
La próxima semana, con encuentros contra Milwaukee Bucks y LA Clippers, será una prueba de fuego para medir su verdadero potencial.