Cuando los Padres de San Diego anunciaron el viernes que el astro de la MLB Robinson Canó había aceptado un contrato de Triple A hubo algo de revuelo.
El dominicano había rechazado dos veces en un mes ser asignado a las ligas menores y optado por la agencia libre en su afán de terminar arriba la campaña de Grandes Ligas. Una de esas veces fue con los mismo Padres.
Canó no ha declarado al respecto, pero no es difícil entender sus razones. Con 39 años de edad y bateando para .149/.182/.189, con solo un extrabase y cuatro remolcadas en 24 partidos entre Mets de Nueva York y San Diego, tal vez no recibió ofertas que lo dejaran satisfecho.
The #Padres have signed Robinson Canó to a minor league contract and assigned him to Triple-A El Paso.
— San Diego Padres (@Padres) June 10, 2022
Se corrió el rumor de que al infielder dominicano lo buscaban equipos de la Liga Mexicana de Béisbol, pero nunca se conoció de una propuesta concreta. Tampoco se supo de ofertas de ligas asiáticas.
Finalmento, todo indica que Canó eligió ir a ligas menores para mantenerse activo y esperar una oportunidad de regresar. Al menos eso es lo que dice el manager de San Diego, Bob Melvin.
“Quiere tener turnos consistentes allí”, dijo Melvin al portal de MLB. “Hablé con él. No estaba teniendo muchos turnos ni en Nueva York ni aquí. Le encanta estar acá y encaja bien. Lo último que quieres es rendirte pensando: ‘Oye, si recibo algunos turnos, puedo demostrar que aún tengo en el tanque’”.
De por vida, Canó tiene promedio de bateo de .301 y ha conectado 2.635 hits, 571 dobles, ha anotado 1.261 carreras y empujado 1.306.
A Canó le quedan algunas metas por cumplir después de 17 temporadas en las mayores, y si bien los 3.000 hits de por vida parecen inalcanzables ahora mismo, sigue teniendo motivación.
Eso es lo que le llevó a aceptar este acuerdo y fue la mejor decisión posible, tomando en cuenta también sus antecedentes.