El desempeño de los Mets de Nueva York en esta postemporada de la MLB ha estado marcado por un hecho sin precedentes: bajo la dirección de Carlos Mendoza, el equipo ha protagonizado una serie de juegos donde los cambios de liderato en las últimas entradas se han vuelto protagonistas.
Con cuatro partidos consecutivos en los que el equipo en desventaja al iniciar el octavo inning terminó ganando, los Mets han establecido un récord que no se había visto en ninguna otra postemporada de las Grandes Ligas.
Un patrón de remontadas inusuales
Todo comenzó en la Serie de Wild Card frente a los Cerveceros de Milwaukee, donde en el Juego 2, los neoyorquinos llegaron al octavo inning con una ventaja de 3-1. Sin embargo, un rally de tres carreras en la parte baja de la entrada por parte de los Cerveceros les arrebató el triunfo, sellando la derrota para los Mets con marcador final de 5-3.
En el Juego 3, la historia se invirtió. Los de Nueva York se encontraban abajo 2-0 al comenzar el octavo inning, pero un sorpresivo rally de cuatro carreras cambió el destino del juego, permitiéndoles avanzar a la Serie Divisional con una victoria de 4-2.
Serie Divisional: una montaña rusa de emociones
La tendencia continuó en el primer partido de la Serie Divisional frente a los Phillies de Filadelfia. Los Mets habían sido blanqueados durante siete entradas completas, pero su ofensiva despertó en la octava con un rally de cinco carreras, asegurando un inesperado triunfo por 6-2.
El segundo encuentro de la serie fue igual de intenso. Nueva York mantenía una ventaja ajustada de 4-3 hasta el inicio del octavo inning. Sin embargo, los Phillies respondieron con un rally de tres carreras, dándole la vuelta al marcador.
A pesar de que los Mets lograron empatar en el noveno, finalmente fueron dejados en el terreno en la baja del episodio con un marcador de 7-6.
Un récord con dos caras
La periodista Sarah Langs, reconocida por su trabajo en el análisis de estadísticas de la MLB, destacó este hecho a través de su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter), indicando que en la historia de las Grandes Ligas, ningún equipo había protagonizado cuatro partidos consecutivos de postemporada en los que el resultado se revirtiera de tal manera en la octava entrada.
Este récord, aunque impresionante, muestra las dos caras del rendimiento de los Mets: por un lado, la capacidad de reacción ofensiva en momentos cruciales; por el otro, las dificultades de su bullpen para mantener las ventajas en situaciones de alta presión.
¿Podrán los Mets mantener el impulso?
La gran incógnita es si el equipo de Carlos Mendoza podrá capitalizar este impulso para avanzar más allá en la postemporada. Si bien estos cambios drásticos en el octavo inning han sido dramáticos, depender exclusivamente de remontadas tardías no es una estrategia sostenible a largo plazo.
El rendimiento de los Mets ha despertado interés y expectativa en los aficionados. A medida que avanzan en su camino hacia la Serie Mundial, la pregunta clave es si podrán corregir las debilidades en el relevo y estabilizar sus actuaciones para lograr el objetivo máximo: coronarse campeones de la MLB en 2024.