En la temporada 2024 de la MLB, Blake Snell se ha consolidado como uno de los lanzadores más dominantes, superando las expectativas en su primer año con los Gigantes de San Francisco.
A sus 31 años, Snell llegó a San Francisco con un contrato de dos años y 62 millones de dólares, después de una exitosa campaña con los Padres de San Diego, donde se coronó como el ganador del Cy Young de la Liga Nacional. Sin embargo, el inicio de la temporada no fue sencillo, y su capacidad para mantenerse en la élite fue puesta a prueba.
Un inicio lleno de obstáculos
Snell tuvo un comienzo complicado en 2024, afectado por una preparación apresurada y problemas físicos que lo llevaron a la lista de lesionados en dos ocasiones durante los primeros meses.
En su debut el 8 de abril, evidenció falta de ritmo, y las estadísticas en sus primeras salidas fueron preocupantes: una alta tasa de embasado y un elevado porcentaje de carreras permitidas, lo que generó dudas sobre su rendimiento.
La transformación de Snell: De la adversidad al dominio
A partir de julio, Snell dio un giro impresionante a su desempeño. Con una efectividad de 1.03 y un FIP de 1.90 en la segunda mitad de la temporada, el zurdo comenzó a mostrar un dominio excepcional en el montículo.
La clave de su resurgimiento ha sido una notable mejora en el comando de sus lanzamientos, en especial su recta de cuatro costuras y su curva, que le han permitido aumentar los porcentajes de strikes y trabajar más eficientemente a los bateadores rivales.
Estrategia inteligente y eficiencia en el montículo
Uno de los cambios más significativos en la estrategia de Snell ha sido su enfoque en lanzar menos en la zona de strike, pero con mayor efectividad. Este ajuste ha llevado a una reducción del contacto efectivo de los bateadores, quienes ahora buscan más lanzamientos fuera de la zona.
La combinación de un mejor comando y una estrategia más eficiente ha permitido a Snell recuperar el control y convertirse en uno de los lanzadores más temidos de la liga.
Sus estadísticas hablan por sí solas: un WHIP de 1.08, proyectado como el segundo más bajo de su carrera, y una relación de ponches y boletos (K-BB%) de 23.2%, la segunda más baja desde 2019.
Además, su Game Score promedio de 57.8 es uno de los mejores de su carrera, consolidando su resurgimiento como un pilar fundamental para los Gigantes.
Un retorno triunfal
A pesar de las dificultades iniciales, Blake Snell ha demostrado una capacidad excepcional para adaptarse y superar los desafíos, consolidándose como uno de los lanzadores más destacados de la temporada 2024.
Su historia es un testimonio de resiliencia y determinación, dejando claro que aún tiene mucho que ofrecer en el mundo del béisbol.