Miguel Cabrera, el icónico bateador designado de los Tigres de Detroit, está dejando su huella en la historia de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) en su última temporada.
En un emocionante juego contra los Dodgers de Los Angeles, Cabrera alcanzó un hit histórico, el número 3,166 de su carrera, lo que lo empató con Adrián Beltré en el puesto 16 de la lista de los jugadores con más hits en la MLB. Este logro no solo marca un hito en su carrera, sino que también lo acerca aún más a su futura exaltación al Salón de la Fama del béisbol.
El momento cumbre llegó en la parte alta del quinto inning, cuando ‘Miggy’ conectó un largo incogible. La emoción llenó el estadio, y hasta Mookie Betts, uno de los jugadores estrella de los Dodgers, no pudo evitar compartir una mirada de asombro con el venezolano. El estadio se convirtió en un hervidero de aplausos y vítores mientras Cabrera celebraba su logro con humildad y gratitud.
Aunque Cabrera tiene la oportunidad de superar a Beltré en hits en los juegos que le quedan de su última temporada, la posibilidad de alcanzar a Cal Ripken en el puesto 15 de la lista histórica de hits (3,184) parece un desafío monumental. Sin embargo, su determinación y habilidades en el plato han demostrado que en el béisbol, nada es imposible.
En la temporada actual, Cabrera ha mantenido una línea ofensiva respetable con un promedio de bateo de .257, un porcentaje de embasado de .318 y un slugging de .340. Además, ha contribuido con 19 extrabases y 31 carreras remolcadas, consolidándose como una figura destacada en su equipo y en la liga.
Su legado va más allá de las estadísticas. Cabrera ha sido el centro de innumerables homenajes en los distintos campos de la MLB durante esta temporada de despedida. Su impacto en el béisbol trasciende las métricas y se refleja en la admiración y el respeto que ha ganado a lo largo de los años.
En una entrevista con Enrique Rojas de ESPN, Cabrera reflexionó sobre su carrera y su retiro inminente. “He analizado mucho y aunque uno nunca quiere que llegue el retiro, tenemos que aceptar las cosas. Estoy agradecido con la carrera que he tenido”, comentó el jugador venezolano.
Sobre su futuro después del béisbol, Cabrera expresó su interés en seguir involucrado en el deporte, siguiendo el ejemplo de Albert Pujols en los Angelinos.
Sin embargo, no planea convertirse en entrenador, sino que busca explorar otras formas de contribuir al mundo del béisbol. Está dispuesto a colaborar con la organización para definir su papel en esta nueva etapa de su vida.
El legado de Miguel Cabrera es innegable: dos premios MVP, la Triple Corona, siete Bates de Plata, cuatro títulos de bateo, un anillo de la Serie Mundial de 2003 y 12 invitaciones al Juego de Estrellas. Estos logros son testimonio de su excelencia en el campo de juego y su impacto duradero en el béisbol. Cabrera cierra su carrera como una leyenda viva, y su influencia en el deporte perdurará mucho más allá de su retiro.