El TD Garden se iluminó en una noche que prometía más emoción de la esperada. Los Celtics se enfrentaban a los Grizzlies en un partido que, a pesar de las numerosas bajas en el equipo de Memphis, no parecía destacar por sí mismo.
Sin embargo, lo que realmente acaparó la atención no fue el rival ni el desempeño en la cancha, sino el emotivo regreso de un verdadero emblema celta: Marcus Smart.
Un regreso cargado de emociones
Tras el traspaso del verano pasado que trajo a Kristaps Porzingis, Smart volvía a casa, al TD Garden, para reunirse con compañeros y aficionados que se han convertido prácticamente en su familia después de tantas batallas compartidas.
A pesar de no poder jugar debido a una lesión en el anular derecho, su presencia en el pabellón resonó, recordando el cariño que la ciudad de Boston le tiene.
«Verlo hoy fue muy especial. El tiempo que he pasado aquí con él ha sido único. Una de las razones por las que vine en 2016 fue para jugar con Isaiah Thomas y Marcus Smart«, comparte Al Horford, reflejando la importancia de Smart en la historia reciente de los Celtics.
El homenaje inolvidable
El homenaje por parte del equipo no escatimó en detalles. En mitad del primer cuarto, un conmovedor vídeo se proyectó en las pantallas, llevando a los aficionados a corear un unísono: «¡Queremos a Marcus! ¡Queremos a Marcus!». Este fue solo el primer momento emotivo de una noche llena de sorpresas.
The @Celtics tribute video for Marcus Smart 👏 pic.twitter.com/7gCTCCIi8j
— NBA TV (@NBATV) February 4, 2024
Durante el segundo cuarto, Smart recibió el prestigioso premio «Hero Among Us» en reconocimiento a sus contribuciones caritativas a la comunidad. Fue un gesto que subrayó no solo su habilidad en la cancha, sino también su impacto positivo fuera de ella.
El verdadero homenaje de Boston
Más allá de los actos oficiales, fue la afición de Boston la que hizo que Smart sintiera que siempre será recordado. Con el partido bajo control, los aficionados comenzaron a entonar espontáneamente un agradecimiento continuo: «¡Gracias Marcus! ¡Gracias Marcus!». No sorprende que, antes de recibir tanto amor, Smart expresara su gratitud con estas conmovedoras palabras.
«No hay nada como jugar en este lugar, en esta ciudad. Estos aficionados me permitieron crecer… Boston es un segundo hogar para mí», declara Smart, sellando así una noche inolvidable en el Garden.