La derrota de los Yankees de Nueva York ante los Rangers de Texas el pasado martes dejó una preocupación palpable en el equipo. Con un resultado final de 7-4, lo más destacado fue el grand slam del novato Wyatt Langford, conectando contra el cerrador estelar de los Yankees, Clay Holmes.
Este momento fue clave para que los Rangers tomaran ventaja y sellaran la victoria, pero también trajo consigo un problema mayor para el equipo neoyorquino: el undécimo salvamento desperdiciado por Holmes en la temporada.
Esta derrota también afectó la clasificación, ya que los Orioles de Baltimore aprovecharon para adelantar medio juego a los Yankees en la División Este de la Liga Americana. El equipo, que había tenido un inicio brillante, ahora enfrenta dudas sobre quién será el encargado de cerrar los juegos decisivos.
El rendimiento de Clay Holmes ha sido una montaña rusa este año. A pesar de contar con 29 salvamentos, su inestabilidad ha sido evidente, lo que ha llevado a cuestionar su rol como cerrador.
Con 11 salvamentos fallidos, Holmes encabeza la lista de lanzadores que más veces han dejado escapar la victoria, una estadística alarmante si se compara con otros pitchers, ninguno de los cuales ha fallado más de ocho salvamentos en la temporada.
Ante esta situación, el mánager de los Yankees, Aaron Boone, no tardó en señalar que el equipo podría adoptar un enfoque «creativo» para decidir quién tomará el rol de cerrador en los próximos juegos. Boone dejó en claro que Holmes sigue siendo considerado, pero que otras opciones están sobre la mesa.
Entre los nombres que podrían tomar ese papel se encuentran Jake Cousins, Luke Weaver, Tommy Kahnle, Mark Leiter Jr., Tim Hill y Tim Mayza. Cada uno de ellos, sin embargo, tiene sus propios altibajos, lo que añade un nivel de incertidumbre a la decisión.
Cousins, por ejemplo, ha permitido carreras en tres apariciones consecutivas, mientras que Weaver, a pesar de su reciente mala salida, había acumulado ocho apariciones sin anotaciones. Kahnle y Leiter Jr. también han mostrado inconsistencia, y aunque Hill y Mayza han tenido algunas actuaciones sólidas, no ofrecen la seguridad que el equipo necesita para cerrar partidos cruciales.
El equipo se encuentra en un momento decisivo. Después de haber iniciado la temporada con una impresionante marca de 51-22, los Yankees ahora tienen un registro de 80-59, lo que deja abierta la posibilidad de terminar con el mejor récord en las Grandes Ligas o, por el contrario, caer hasta el sexto puesto en la Liga Americana.
La falta de un cerrador confiable puede marcar la diferencia en su desempeño en lo que queda de temporada regular y en su posible camino hacia la postemporada.