El pasado jueves, Wander Franco compareció ante el tribunal de Puerto Plata, República Dominicana, junto a su abogado, Teodosio Jáquez, para continuar con el proceso judicial en su contra.
Franco enfrenta graves acusaciones de abuso sexual y psicológico a una menor de edad, un caso que ha generado gran atención mediática tanto en el ámbito deportivo como en el judicial.
En la audiencia, el juez Pascual Francisco Valenzuela decidió proceder con la apertura a juicio formal. Esta decisión se basó en las pruebas presentadas por el Ministerio Público, las cuales, según el fiscal Cordero, vinculan estrechamente al jugador con los delitos mencionados.
“Las pruebas presentadas por el Ministerio Público vinculan estrechamente a los acusados con la tipología descrita en la acusación”
aseguró Cordero.
Además, se mantuvo la medida de coerción que exige la presentación periódica de Franco ante las autoridades.
A la salida del tribunal, Franco, quien hasta ese momento había guardado silencio, se dirigió brevemente a los medios que lo esperaban.
Luego de evitar responder a las preguntas durante varios segundos, el torpedero de los Rays de Tampa Bay finalmente dijo: «Todo está en las manos de Dios». Con esa breve declaración, Franco mostró una actitud reservada y se negó a ofrecer más detalles sobre su situación legal.
Su abogado, Teodosio Jáquez, también ofreció declaraciones a la prensa, comentando que el proceso había seguido su curso de manera esperada.
“Todo surgió como era esperado”
afirmó Jáquez.
El futuro de Franco, una de las jóvenes promesas de las Grandes Ligas, sigue siendo incierto, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Mientras el juicio avanza, la situación legal del jugador podría tener repercusiones significativas en su carrera deportiva.