El Citi Field fue el escenario de un emocionante enfrentamiento entre los Mets de Nueva York y los Marlins de Miami este domingo, donde la atención se centró en una jugada defensiva sin precedentes que dejó a todos sorprendidos.
En su intento por barrer la serie, los Mets, dirigidos por Carlos Mendoza, vieron frustradas sus esperanzas gracias a un inusual doble play que selló una importante victoria para los visitantes.
Una jugada de otro nivel: Doble play 8-9-4-2
WHAT A PLAY
The old 8-9-4-2 DP!
That was fun pic.twitter.com/mOpvjROCv1
— Isaac Azout (@IsaacAzout) August 18, 2024
El momento cumbre del partido ocurrió en la parte baja del primer inning. Con corredores en primera y segunda base, el poder ofensivo de Pete Alonso se hizo sentir con un largo elevado al jardín central. Derek Hill, el jardinero central de los Marlins, realizó una atrapada espectacular cerca de la pared, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo en el proceso.
Lo que siguió fue pura magia defensiva. Sin perder tiempo, Hill lanzó la pelota al jardinero derecho Jesús Sánchez, quien rápidamente se la envió al segunda base Otto López.
Mientras tanto, Mark Vientos de los Mets intentaba anotar desde la segunda base, pero fue puesto out en el home por Nick Fortes, quien completó la jugada para un inesperado doble play marcado como 8-9-4-2. Este tipo de jugada es un verdadero ejemplo de cómo la defensa puede cambiar el rumbo de un juego.
Victoria crucial para los Marlins
Este doble play resultó ser decisivo en un partido muy disputado, donde los Marlins lograron imponerse con un ajustado marcador de 3 a 2. Jesús Tinoco fue clave en el montículo, lanzando 1.1 entradas sin permitir carreras, con un boleto y cuatro ponches.
En el aspecto ofensivo, Luis Torrens no tuvo su mejor jornada, fallando en dos oportunidades al bate y siendo ponchado una vez.
Este resultado mantiene vivas las esperanzas de los Marlins en la lucha por un puesto en el Comodín de la Liga Nacional, mientras que los Mets, ahora a juego y medio de esa ansiada plaza, deberán seguir batallando en una competencia que no da tregua.