En el séptimo inning de un tenso encuentro entre los Rojos de Cincinnati y los Mellizos de Minnesota, Elly De La Cruz protagonizó un momento inolvidable al conectar su primer Grand Slam.
Este batazo no solo sorprendió a los relatores en vivo, sino que también marcó un punto de inflexión en el partido, ampliando la ventaja de su equipo a seis carreras, culminando en una victoria de 8-4 para los Rojos.
"Elly De La Cruz does not yet have a grand slam in his career."
Now he does! 😎 pic.twitter.com/9wsbpqKQPd
— MLB (@MLB) September 14, 2024
El viernes pasado, el campocorto dominicano, quien antes del juego solo tenía un cuadrangular en 21 compromisos, superó todas las expectativas. De La Cruz, a pesar de contar con 37 cuadrangulares en su carrera, no había logrado un Grand Slam hasta ese momento.
Mientras los comentaristas destacaban esta estadística, él silenció a los críticos con un poderoso batazo que desapareció en las gradas del jardín derecho.
Esta hazaña fue aún más notable considerando su tendencia a poncharse. Durante la temporada, acumula 197 ponches, superando los 146 hits en 564 turnos al bate.
Además, había dejado en base a 205 corredores y, en 14 oportunidades con hombres en circulación, solo había conectado 4 imparables, sumando apenas dos extrabases. Estas cifras hacían parecer improbable un resultado exitoso en esa situación tan crucial.
Sin embargo, más allá de las dificultades, Elly De La Cruz ha mostrado un rendimiento destacable en otros aspectos del juego. Con un promedio de .259, se posiciona como el líder bate de los Rojos de Cincinnati.
Además, con 24 jonrones en su haber, también comanda con comodidad el departamento de bases robadas en toda la MLB, acumulando un total de 64.
Este Grand Slam no solo representa un hito personal para De La Cruz, sino que también refuerza su valor para los Rojos, demostrándole a todos que, pese a las adversidades, siempre hay espacio para brillar en el momento adecuado.