El estado físico de Zion Williamson ha sido un tema recurrente en la NBA, especialmente en la pretemporada, debido a las persistentes lesiones que han marcado su joven carrera.
A medida que se aproxima el inicio de la nueva temporada, el jugador de los New Orleans Pelicans parece haber tomado una determinación crucial: alcanzar un peso óptimo que le permita reducir el riesgo de lesiones y maximizar su rendimiento en la cancha.
Actualmente, Zion ha logrado reducir su peso a 127 kilos, un avance significativo respecto a su época en la universidad de Duke, donde era considerado uno de los jugadores más dominantes.
Sin embargo, el ala-pívot no se conforma con este logro y ha establecido una nueva meta personal: llegar a los 123 kilos antes de que comience la liga regular. Este peso representaría su mejor estado físico desde que ingresó a la NBA y le daría la oportunidad de empezar la temporada con el pie derecho.
La motivación detrás de este esfuerzo no es solo estéticamente, sino también funcional. Williamson ha sufrido repetidas lesiones desde que fue seleccionado como la primera elección del draft en 2019, incluyendo una reciente que lo dejó fuera del partido de play-in contra los Lakers la temporada pasada.
Este incidente trajo a la memoria su historial de ausencias, como los 29 partidos que jugó en la temporada 2022-23 o los 24 encuentros de su primer año. Aunque la temporada pasada disputó 70 partidos, el más alto en su carrera hasta ahora, la sombra de las lesiones sigue siendo una preocupación latente.
Si Zion consigue alcanzar y mantener su peso ideal, el panorama para los Pelicans podría cambiar drásticamente. Su presencia constante en la alineación no solo mejoraría las aspiraciones del equipo, sino que también le permitiría a él desplegar todo el potencial que se esperaba cuando llegó a la liga.
Con una mejor condición física, New Orleans podría, finalmente, contar con su estrella en su mejor versión y soñar con alcanzar nuevas alturas en la conferencia oeste.