Francia ha logrado asegurar su lugar en la final de los Juegos Olímpicos de París 2024, dejando claro que ha aprendido de sus errores pasados.
La selección francesa, que ya se destacó en Tokio hace tres años, ha demostrado su crecimiento y determinación al vencer a Alemania en un partido reñido con un marcador de 73-69, eliminando a uno de los equipos más fuertes del torneo.
Un inicio titubeante pero un final contundente
El partido comenzó con Alemania dominando, liderada por un impresionante Franz Wagner y un peligroso Andreas Obst que parecía imparable desde la línea de tres.
El equipo alemán, considerado uno de los más destacados del torneo, tomó la delantera con un parcial de 12-2, poniendo en aprietos a la selección anfitriona.
Sin embargo, Francia, mostrando una notable resiliencia, logró ajustarse y comenzó a cortar de raíz las fortalezas alemanas, especialmente su verticalidad y profundidad.
La defensa francesa marca la diferencia
Tras un primer cuarto complicado, Francia comenzó a imponer su juego defensivo, limitando a Alemania a solo 8 puntos en el segundo cuarto.
La estrategia del entrenador Vincent Collet fue clave, implementando una defensa de cambios constantes y ayudas tempranas en el perímetro, que neutralizó los intentos de Dennis Schröder y Franz Wagner de controlar el juego.
Victor Wembanyama fue fundamental en la zona, mientras que Nico Batum destacó por su incansable trabajo en la persecución de los bloqueos.
Sorprendentemente, Rudy Gobert, uno de los mejores defensores del mundo, jugó solo cinco minutos, dejando que otros jugadores asumieran el protagonismo en defensa.
A pesar de esto, Francia logró mantener a raya a Alemania y aprovechó las oportunidades en transición para anotar canastas clave.
El proletariado francés al mando
El ataque de Francia no fue fluido, pero jugadores como Isaia Cordinier, Mathias Lessort y Guerschon Yabusele fueron cruciales para cambiar el rumbo del partido.
Yabusele, en particular, tuvo un impactante inicio de la segunda mitad, dominando físicamente a sus rivales alemanes en la pintura.
El partido estuvo marcado por el desacierto en el tiro de tres puntos, con ambos equipos fallando numerosos intentos desde el perímetro.
Francia terminó con un 22% en triples, mientras que Alemania logró un 29%. Aun así, Francia llegó al último cuarto con una ventaja de seis puntos y la aumentó gracias a su incesante defensa.
Un final agónico
En los últimos minutos, Alemania intentó remontar, con Franz Wagner anotando un triple lejano que redujo la ventaja francesa a solo dos puntos.
Sin embargo, una pérdida crucial de Wagner permitió a Francia mantener el control del juego y asegurar la victoria desde la línea de tiros libres, a pesar de algunos errores de Lessort y Wembanyama.
Francia, un equipo transformado
Francia ha demostrado ser un equipo muy diferente al que comenzó el torneo. Con la ausencia de algunos de sus jugadores más brillantes, como Evan Fournier y Rudy Gobert, la selección ha encontrado en su colectivo proletario la fuerza para avanzar.
Victor Wembanyama ha sido el único intocable en el equipo, liderando a una Francia que se ha reinventado en estos Juegos Olímpicos.