La vorágine mediática del All–Star Weekend ha situado a Trae Young en el epicentro de la atención. Los rumores sobre su posible salida de los Atlanta Hawks han cobrado fuerza tras la frustrada negociación con Dejounte Murray durante el mercado de traspasos.
Parece que la imposibilidad del equipo para mover algunas de sus piezas secundarias ha motivado a la franquicia a considerar seriamente la partida de Young en la próxima temporada baja.
Entre los destinos potenciales se barajan los San Antonio Spurs y Los Angeles Lakers, aunque esta posibilidad solo se materializaría en caso de la salida de LeBron James.
A pesar de la especulación, Young ha optado por mantener la calma y concentrarse en su juego. En declaraciones a la prensa durante el All–Star en Indiana, afirmó: «Mi enfoque está en seguir con los Atlanta Hawks, no he prestado atención a los rumores».
Sin embargo, sus palabras dejan entrever la posibilidad de cambios futuros: Algunos jugadores tienen la suerte de ser elegidos en el Draft por equipos con aspiraciones de campeonato.
Ese siempre ha sido mi objetivo con los Hawks, pero ¿quién sabe? En esta liga, todo puede cambiar y cualquier cosa puede suceder […]. Me quedan dos años de contrato y no tengo mucho más que añadir».
Atlanta se encuentra nuevamente en una situación de incertidumbre. A pesar del cambio de entrenador el año pasado, con la llegada de Quin Snyder, el equipo sigue estancado en los puestos de play–in, sin visos de mejorar su situación.
La llegada de Snyder marcó un cambio en la dinámica del equipo, que anteriormente giraba en torno a Young. Ahora, por primera vez, parece una posibilidad real que el base emprenda un nuevo rumbo lejos de Georgia en busca de nuevos horizontes.