En un repaso sincero de su desempeño en la temporada 2024 de MotoGP, Marc Márquez compartió reflexiones profundas sobre su evolución, los desafíos familiares y la dinámica con sus rivales.
A puertas del Gran Premio de Francia, el piloto de Honda destacó que este año ha logrado reducir sus fallos, aunque reconoce que dos errores clave en carreras dominicales han marcado su trayectoria.
La sombra de los errores y el exceso de confianza
Según el octacampeón mundial, la seguridad en su moto ha sido un arma de doble filo. «Me siento más confiado que nunca, pero esa misma certeza me llevó a caer en Jerez en la curva donde más rápido iba», admitió.
El piloto explicó que, al dominar ciertos sectores, tiende a forzar los límites, un riesgo que ahora busca gestionar con mayor cautela. «Identifiqué los problemas: son fallos míos, no de la moto. Ahora debo evitar repetirlos», enfatizó.
Álex Márquez: Un rival inesperado en casa
Uno de los temas más reveladores fue su análisis sobre Álex Márquez, líder actual del campeonato. «Tiene más opciones que yo ahora mismo. Su consistencia es impresionante, especialmente tras recuperarse de caídas fuertes como las de Jerez», destacó.
Para Marc, la resiliencia de su hermano tras los contratiempos demuestra una madurez que lo convierte en un contrincante formidable. «Será un rival duradero. Nosotros tenemos velocidad, pero debemos eliminar fallos», agregó.
Bagnaia: Fortalezas y errores estratégicos
Sobre Francesco Bagnaia, Márquez reconoció su solidez, pero también apuntó a un detalle clave en su duelo en pista. «El adelantamiento en 2024 fue más un error de él que una hazaña mía. Pecco estaba tan enfocado en atacar a Jorge Martín que no anticipó mi movimiento», reveló. Aunque el italiano mantiene un ritmo alto, Marc subrayó que las carreras de este año son más veloces, lo que exige una adaptación constante.
La filosofía del campeonato: ¿riesgo vs. control?
Criticando la idea de «descontar» resultados en el Mundial, Márquez defendió el formato actual. «El título debe premiar al más completo, no solo al más rápido o agresivo. Saber cuándo arriesgar y cuándo gestionar es parte del juego», argumentó. Para él, este equilibrio define la esencia de MotoGP: «No existe la combinación perfecta, pero hay que perseguirla».