Las aspiraciones de los Bravos de Atlanta para la temporada 2024 han recibido un duro golpe con la confirmación de que Austin Riley, su tercera base estrella, estará fuera de acción entre seis y ocho semanas debido a una fractura en la mano derecha.
Esta lesión ocurrió durante un enfrentamiento contra los Angelinos, cuando Riley fue impactado por una recta de 97 millas por hora, dejándolo fuera de la alineación en un momento crucial.
Austin Riley has been removed from today's game after getting hit by this pitch. pic.twitter.com/uRoiOKSjuw
— Bally Sports South (@BallySportsSO) August 18, 2024
La baja de Riley llega en un momento en que el equipo ya ha sido golpeado por una serie de lesiones significativas. Ronald Acuña Jr., quien se destacó como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional la temporada pasada, también se encuentra fuera por un desgarro de rodilla.
A esto se suma la ausencia del as del equipo, Spencer Strider, quien recientemente se sometió a una cirugía en el codo. Estas bajas han dejado a los Bravos con un equipo diezmado y con menos opciones en su roster.
La temporada 2024 ha sido un verdadero desafío para Atlanta. A pesar de los esfuerzos por mantener la competitividad, las constantes ausencias de sus jugadores clave han tenido un impacto notable en su rendimiento. Con la pérdida de Riley, la ofensiva de los Bravos se ve debilitada, lo que pone en duda sus posibilidades de asegurar un lugar en los playoffs.
Aunque el equipo ha recibido la buena noticia del regreso de Reynaldo López tras su rehabilitación, la pregunta sigue siendo si este retorno será suficiente para compensar la ausencia de figuras tan cruciales como Riley y Acuña.
La falta de consistencia en el juego del equipo y las bajas de jugadores clave han llevado a los fanáticos a preguntarse si este será el final prematuro de la temporada para los Bravos.
Con un calendario cada vez más desafiante y la necesidad de encontrar soluciones rápidas, el futuro de los Bravos en la temporada 2024 es incierto. La combinación de lesiones y la falta de resultados consistentes coloca al equipo en una posición delicada, en la que cada juego podría ser decisivo.