La temporada 2025 se presenta como un punto de inflexión para los Toronto Blue Jays, una franquicia que enfrenta decisiones críticas para evitar una reestructuración drástica de su roster. En el centro de la tormenta está Vladimir Guerrero Jr., cuyo futuro contractual podría redefinir el rumbo del equipo canadiense.
Según reportes de ESPN, el dominicano declinó una oferta de extensión durante los entrenamientos primaverales, marcando el inicio de tensiones entre ambas partes. Aunque su última contrapropuesta oscilaba bajo los US$600 millones, las expectativas se recalibraron tras el histórico acuerdo de Juan Soto con los New York Mets (15 años, US$765 millones).
Guerrero, de 26 años, busca un compromiso de 14-15 temporadas que refleje su valor tras un 2024 espectacular: promedio de .323, 30 cuadrangulares y un OPS de .940.
Bo Bichette, Max Scherzer y Chris Bassitt también encabezan la lista de agentes libres post-2025, pero es Guerrero quien simboliza la identidad competitiva del equipo.
Su posible salida pondría en jaque la ventana de oportunidad de los Blue Jays, especialmente con otros jugadores clave como George Springer y Kevin Gausman acercándose a la libre agencia en 2026.
La directiva de Toronto enfrenta un dilema estratégico: ofrecer un paquete financiero que compita con los megacontratos de la MLB o arriesgarse a perder a su figura central. El mercado invernal de 2026 podría convertirse en un campo minado si no logran cerrar acuerdos anticipados.
Mientras tanto, el rendimiento de Guerrero en 2025 será escrutado bajo lupa. Tras dos campañas irregulares posteriores a su nominación al MVP de la Liga Americana en 2021, su resurgimiento en 2024 revitalizó las esperanzas del equipo.
Sin embargo, en un deporte donde las dinámicas contractuales suelen dictar la estabilidad de las franquicias, los Blue Jays tienen menos de 24 meses para demostrar que pueden construir un proyecto ganador alrededor de su estrella caribeña.