El cuerpo médico de los Yankees de Nueva York confirmó este miércoles un duro revés para el equipo: Luis Gil, una de las piezas clave de su rotación, sufre una distensión de alto grado en el dorsal ancho derecho, lo que lo mantendrá alejado del montículo durante un mínimo de seis semanas.
El anuncio, realizado por el mánager Aaron Boone durante la previa del partido ante los Piratas de Pittsburgh, genera incertidumbre en el equipo neoyorquino a menos de un mes del inicio de la temporada.
Un ascenso frenado por las lesiones
El dominicano de 26 años, galardonado como Novato del Año de la Liga Americana en 2024, destacó la pasada campaña con un impresionante registro de 15 victorias, 3.50 de efectividad y 171 ponches en 151.2 entradas.
No obstante, su elevado número de bases por bolas (77) ya había encendido señales de alerta. La lesión ocurrió durante un entrenamiento de lanzamiento la semana pasada, cuando Gil reportó dolor cerca del hombro derecho. Los exámenes posteriores revelaron la gravedad del daño muscular.
Efecto dominó en la rotación
La ausencia de Gil obligará a los Yankees a reestructurar su estrategia inicial. Marcus Stroman, adquirido en la pretemporada, emerge como principal candidato para ocupar un puesto en la rotación, aunque su rendimiento irregular en 2024 genera dudas. A esto se suma la situación de JT Brubaker, otro lanzador del equipo que arrastra problemas físicos desde el año pasado.
El gerente general Brian Cashman admitió que la prioridad es «evitar prisas en la recuperación» de Gil. Según fuentes del equipo, el retorno del derecho se proyecta para junio, siempre que cumpla con todas las etapas de rehabilitación.