El movimiento más destacado del verano para los New Orleans Pelicans fue la adquisición de Dejounte Murray mediante un traspaso, uniéndose a un equipo que ya contaba con talentos como Zion Williamson, Brandon Ingram, CJ McCollum, Trey Murphy III y Herbert Jones.
Con esta adición, la franquicia de Luisiana se posiciona como un contendiente serio para el anillo de la NBA. Sin embargo, hay tres áreas esenciales que necesitan mejorar para alcanzar su máximo potencial.
Dependencia de las Estrellas en Situaciones Críticas
Una preocupación constante ha sido la excesiva dependencia en sus estrellas, especialmente en momentos cruciales del juego. Aunque Williamson e Ingram son jugadores excepcionales, su estilo de juego presenta limitaciones.
Para mitigar este problema, se podría considerar una reestructuración táctica. Intercambiar a Ingram por un pívot que pueda abrir la cancha podría ser una solución drástica pero beneficiosa, equilibrando la falta de tiro exterior de Williamson y reduciendo la dependencia en los tiros de media distancia de Ingram.
Posiciones Comprometedoras para Jugadores Jóvenes
Otro aspecto a mejorar es la colocación de jugadores, especialmente los novatos, en situaciones comprometedoras. Estos errores tácticos no solo afectan la confianza de los jugadores jóvenes, sino también el rendimiento general del equipo en momentos decisivos.
El entrenador Willie Green debe enfocarse en simplificar el juego para estos talentos emergentes y proporcionarles el apoyo necesario en la cancha. Los All–Stars del equipo deben asumir el rol de líderes, facilitando el juego para los demás.
Estrategia en los Finales de Partido
La tendencia a depender de la improvisación en los momentos finales de los partidos ha sido un talón de Aquiles para los Pelicans. Esta estrategia de «esperar y rezar» ha resultado ineficaz, llevándolos a varias derrotas ajustadas. La llegada de Murray busca precisamente mejorar este aspecto.
Utilizar a Murray junto a Ingram y Williamson en acciones de pick–and–roll, con McCollum y Murphy III en las alas, podría ser una estrategia ganadora. Una ofensiva más estructurada y menos dependiente de jugadas aisladas es esencial para cerrar partidos con éxito.
Con estos ajustes, los New Orleans Pelicans están en una posición privilegiada para luchar por el campeonato y maximizar el potencial de su talentoso roster.