El mundo del baloncesto se encuentra de luto tras la repentina pérdida de Dejan Milojevic, el entrenador asistente de los Warriors, quien falleció el miércoles a la edad de 46 años. Este trágico suceso conmociona a la comunidad del básquetbol, dejando un vacío difícil de llenar.
Un adiós inesperado
La noticia del fallecimiento de Milojevic llegó el miércoles, luego de que fuera hospitalizado la noche anterior debido a un paro cardíaco durante una cena del equipo en Salt Lake City. La inesperada partida ha dejado a todos en shock, especialmente a aquellos que compartieron tiempo y experiencias con él en los Warriors.
Steve Kerr, el coach del equipo, expresó su profundo pesar: «Estamos completamente devastados por la inesperada muerte de Dejan. Es un golpe trágico y sorpresivo para todas las personas asociadas con los Warriors y un tiempo increíblemente difícil para su familia, amigos y todos los que tuvimos el gusto de trabajar con él.»
Más allá del entrenador
Milojevic no solo era reconocido por su habilidad como entrenador, sino también por su impacto positivo en quienes lo rodeaban. Kerr añadió, «Además de ser un gran entrenador, Dejan era una de las personas más positivas y hermosas que he conocido, alguien que daba alegría y luz cada día con su pasión y energía.»
Trayectoria y legado
Con una carrera de 15 años como jugador en Europa, Milojevic dejó su marca en diversos equipos, incluyendo el Valencia Basket y Galatasaray. Su retiro en 2009 con el Partizán de Belgrado fue el final de una etapa destacada, siendo tres veces MVP de la Liga Adriática.
En el 2012, Milojevic dio un giro hacia la dirección técnica al convertirse en entrenador del Mega de Serbia, equipo que contó con la presencia de la futura estrella de la NBA, Nikola Jokic.
Su conexión con Jokic fue crucial para abrirle las puertas del mejor básquetbol del mundo, llevándolo a unirse como entrenador asistente de los Warriors en el 2021.
Legado imborrable
La pérdida de Milojevic deja un vacío tanto en la comunidad del baloncesto como en la familia de los Warriors. Se une a la lista de figuras queridas que han dejado una marca imborrable en la historia del deporte. La comunidad lamenta la partida de un individuo que no solo era un entrenador excepcional, sino también una fuente constante de inspiración y positividad.