Horas antes del inicio de la temporada 2024-25, Dak Prescott cerró una negociación clave con los Dallas Cowboys al firmar un contrato que lo convierte en el quarterback mejor pagado de la NFL.
El acuerdo por 4 años y 240 millones de dólares eleva su salario promedio anual a 60 millones, superando a figuras como Joe Burrow, Trevor Lawrence y Jordan Love, quienes ganan 55 millones de dólares anualmente.
Este movimiento no solo coloca a Prescott en la cima de los salarios de su posición, sino que también incluye 231 millones de dólares garantizados, cifra que supera el contrato de Deshaun Watson, quien recibió 230 millones garantizados de los Cleveland Browns.
A pesar de la presión que viene con un contrato de tal magnitud, Prescott mantiene los pies en la tierra. Durante una entrevista reciente, mencionó que su enfoque está en llevar a los Cowboys a la cima. «Seguiré trabajando», afirmó. «Ser el mariscal de campo que logra ganar aquí es lo que más me motiva. Ganarlo en cualquier otro lugar no sería lo mismo».
Con este nuevo contrato, los Cowboys reafirman su confianza en Prescott, quien ha sido clave para el equipo desde su llegada a la NFL en 2016. A lo largo de su carrera, ha participado en 114 encuentros, acumulando 29.459 yardas, 202 touchdowns y completando un 64% de sus pases. Además, ha sido seleccionado tres veces al Pro Bowl, consolidándose como uno de los quarterbacks más consistentes de la liga.
Este acuerdo no solo asegura la permanencia de Prescott en Dallas, sino que también envía un mensaje claro: los Cowboys están listos para competir al más alto nivel, con su líder ofensivo comprometido a llevarlos al éxito.