El reciente Gran Premio de Canadá dejó a Max Verstappen y al equipo Red Bull en una situación complicada. Durante el evento en Montreal, la escudería austriaca debutó un motor nuevo, pero un fallo en el segundo entrenamiento obligó a utilizar un motor antiguo para el resto del fin de semana. Esta situación fue solo un adelanto de lo que vendría.
Para el próximo Gran Premio en Spa-Francorchamps, Verstappen se enfrentará a una penalización significativa. El equipo Red Bull ha decidido utilizar su quinto motor de combustión del año, superando el límite reglamentario de cuatro motores permitidos. Como resultado, el piloto neerlandés deberá retroceder diez posiciones en la parrilla de salida.
Este escenario se presenta en un circuito conocido por ofrecer amplias oportunidades de adelantamiento. Spa-Francorchamps ha sido un lugar de buenos recuerdos para Red Bull en el pasado.
En 2022, Verstappen comenzó desde el 14º lugar debido a una penalización por cambios en la unidad de potencia, pero logró una remontada épica para llevarse la victoria. El año pasado, a pesar de una penalización por cambio de caja de cambios, partió desde el sexto lugar y nuevamente consiguió el primer puesto.
Sin embargo, la competencia es feroz en esta temporada. McLaren, tras un impresionante 1-2 en Hungría, y los Mercedes, que están en su mejor momento de los últimos tres años, presentan un desafío mayor para Verstappen. Recuperar diez posiciones en Spa será una tarea complicada, pero la experiencia de Red Bull en este circuito podría jugar a su favor.
Este fin de semana en Spa-Francorchamps será crucial para Max Verstappen y su equipo, quienes deberán demostrar que pueden superar la adversidad y seguir en la lucha por el campeonato.