En un emocionante duelo este miércoles en el Yankee Stadium, Juan Soto volvió a brillar, conectando su cuadrangular número 39 de la temporada en el encuentro entre los Yankees de Nueva York y los Reales de Kansas City.
Este jonrón ocurrió en la parte alta de la sexta entrada, cuando el jardinero dominicano enfrentaba a Cole Ragans, con el marcador todavía en una cerrada ventaja de 1-0 para los Reales.
Con una cuenta de dos bolas y dos strikes, Soto no dejó pasar un error del lanzador zurdo, quien lanzó un knuckle curve a 80 millas por hora, que quedó colgado en la zona interna del plato.
Aprovechando la oportunidad, Soto mandó la pelota a las gradas del jardín derecho con una velocidad de salida de 102.7 millas por hora y una distancia de 402 pies, según las mediciones de MLB.
Este potente batazo fue uno que habría sido jonrón en cualquiera de los 30 estadios de las Grandes Ligas, demostrando una vez más el gran poder de su bateo.
Este cuadrangular es otro hito en una temporada destacada para el dominicano, quien está en su séptimo año en las Grandes Ligas, pero apenas en su primera campaña con los Yankees.
Con una línea ofensiva de .290/.419/.581, Soto ha acumulado 152 hits, 39 cuadrangulares, 115 carreras anotadas y 100 carreras impulsadas en 525 apariciones al plato.
Además, ha sido ponchado en 105 ocasiones, pero su constancia y disciplina en el plato han mantenido su rendimiento en lo más alto.
Juan Soto, conocido como «Pacheco«, ha sido una pieza fundamental para los Yankees este año. Con un promedio vitalicio de .285, 920 hits, 199 cuadrangulares y 583 carreras impulsadas, el dominicano sigue dejando su huella en cada juego.
En los últimos siete encuentros, su desempeño ha sido notable, logrando una línea ofensiva de .261/.414/.565, con seis imparables, cuatro carreras anotadas y cuatro remolcadas. Aunque ha sido ponchado ocho veces en este período, su capacidad para trabajar los turnos y obtener boletos, con seis bases por bolas, continúa siendo una de sus mayores fortalezas.
Este cuadrangular número 39 resalta el impacto que Juan Soto ha tenido desde su llegada a los Yankees, consolidándose como uno de los jugadores más peligrosos de la alineación neoyorquina.