Lograr una temporada con 30 jonrones y 30 bases robadas es un desafío que pocos jugadores en la historia del béisbol han podido alcanzar, y es precisamente por esta razón que este logro tiene un gran peso en el mundo deportivo.
En el marco de la rica historia de la franquicia de los Guardianes de Cleveland, que data de 1901, ningún jugador había conseguido este hito en dos ocasiones… hasta que José Ramírez rompió esa barrera.
El pasado jueves, en el cierre de la serie contra los Yankees en el Yankee Stadium, Ramírez se robó su base número 30 de la temporada 2024, consolidando así su segunda campaña con al menos 30 jonrones y 30 bases robadas.
Este hito lo coloca en un grupo exclusivo dentro del béisbol. Con 32 jonrones ya en su cuenta antes del partido, Ramírez había firmado su primera temporada 30-30 en 2018, cuando conectó 39 cuadrangulares y estafó 34 bases.
En la temporada 2024, Ramírez se une a Shohei Ohtani, quien también alcanzó la marca de 30-30 este año, reafirmando su estatus entre la élite del béisbol actual. Dentro de la historia de los Guardianes, solo tres jugadores han logrado al menos una temporada 30-30, con Grady Sizemore siendo el último en hacerlo en 2008, y Joe Carter en 1987.
Este logro es aún más impresionante si se considera que Ramírez es uno de los pocos antesalistas en la historia de la MLB que ha logrado una temporada 30-30, uniéndose a figuras como David Wright y Howard Johnson. Además, Ramírez y Johnson son los únicos tercera base en alcanzar este hito en dos ocasiones, subrayando aún más la singularidad de este logro.
Con seis convocatorias al Juego de Estrellas, Ramírez sigue cimentando su legado como uno de los jugadores más completos y versátiles del béisbol moderno, dejando una marca imborrable en la historia de los Guardianes de Cleveland.