Mientras los Tigres de Detroit consolidan su campaña 2025, un nombre resuena con fuerza: Gleyber Torres. El segunda base venezolano, fichado en un contrato de 15 millones de dólares por un año, ha emergido como una de las sorpresas ofensivas de la temporada.
Con una línea de .304/.375/.482, 5 jonrones y 24 carreras impulsadas en 29 juegos, Torres no solo lidera a los segunda base en remolcadas, sino que acumula un WAR de 1.2, superando a figuras clave de su exequipo.
El contraste con el infield de los Yankees
La situación en el cuadro interno de los Yankees de Nueva York dista de ser ideal. Jazz Chisholm Jr., adquirido para ocupar la segunda base, y D.J. LeMahieu, junto a jóvenes como Anthony Volpe y Oswald Peraza, han luchado por igualar el rendimiento de Torres.
Lesiones recurrentes —especialmente en Chisholm y LeMahieu— y números discretos en ofensiva (Volpe registra un OPS inferior a .700) contrastan con la consistencia del venezolano.
Analistas deportivos señalan que Torres siempre mostró potencial en Nueva York, pero la presión mediática y las expectativas desmedidas limitaron su explosión. «En Detroit, encontró un entorno menos demandante para pulir su juego», comenta un scout de la MLB.
Durabilidad vs. Fragilidad: Un activo subestimado
Entre 2020 y 2023, Torres disputó 95% de los partidos con los Yankees, un dato que hoy adquiere relevancia. Mientras los jugadores neoyorquinos enfrentan bajas por lesiones, su excompañero mantiene un ritmo imparable. Esta regularidad, combinada con su versatilidad para defender en tercera base —como hizo antes de su salida—, incrementa su valor en el mercado.
¿Por qué los Yankees dejaron escapar a Torres?
El desenlace de la relación entre Torres y los Yankees no fue idílico. Tras críticas públicas mutuas en redes sociales y la llegada de Chisholm, la gerencia optó por no renovarle. Detroit, en cambio, apostó por un contrato corto pero lucrativo, sin opciones para 2026. Esta decisión ahora genera debates: ¿Fue un error no retener a un jugador que aportaba salud y productividad?
Aunque es temprano para conclusiones, las estadísticas actuales sugieren que los Tigres ganaron la apuesta. Mientras, en el Bronx, la pregunta persiste: ¿Extrañarán más de lo previsto al venezolano?