Freddie Freeman, destacado jugador de los Dodgers de Los Angeles, ha recibido un permiso especial para regresar a su hogar y estar junto a su familia debido a un problema de salud de su hijo pequeño.
El viernes, Freeman se encontraba en Houston, listo para enfrentarse a los Astros en una serie de fin de semana, cuando decidió hablar con el manager Dave Roberts y la gerencia del equipo para pedir autorización para regresar a California.
La esposa de Freeman, Chelsea Freeman, compartió en Instagram que su hijo Maximus sufre de sinovitis transitoria, una condición temporal que provoca inflamación en la cadera y es común en niños.
Este es el segundo episodio que Maximus experimenta, habiendo padecido la misma enfermedad la semana anterior, coincidiendo con el Juego de Estrellas en Arlington, Texas.
Chelsea detalló en sus redes sociales que, si la condición de Maximus no mejora en 48 horas, tendrán que volver al hospital. La situación es preocupante ya que el pequeño no puede caminar y está teniendo dificultades para alimentarse.
El manager de los Dodgers, Dave Roberts, expresó su comprensión y apoyo hacia Freeman, mencionando que es natural querer estar con la familia en momentos difíciles.
«Está intentando estar presente para el equipo y para su familia. Pero cuando tu hijo está pasando por algo así, es comprensible que quiera estar en casa»
dijo Roberts.
Freeman, conocido por su dedicación tanto al béisbol como a su familia, ha mostrado una vez más que para él, la salud y el bienestar de sus seres queridos son una prioridad innegociable.