Mientras la temporada 2025 de la MLB avanza, un nombre resuena con fuerza en las conversaciones: Hunter Greene. El lanzador derecho de los Cincinnati Reds no solo ha pulverizado expectativas, sino que ha redefinido su propio potencial con un inicio de campaña histórico: 27.2 entradas lanzadas, 0.98 de ERA y 31 ponches contra apenas cuatro bases por bolas.
Un fastball que desafía la física
Hunter Greene, Perfect 100mph Fastball. 🎯
Doesn't get any better than that. pic.twitter.com/Pb7hdwABVo
— Rob Friedman (@PitchingNinja) April 13, 2025
El arma principal de Greene siempre ha sido su four-seam fastball, pero este año alcanzó niveles estratosféricos. Con una velocidad promedio de 99.4 mph (1.8 mph más que en 2024), este lanzamiento ahora combina dos mejoras clave:
- Ajuste de posición: Al colocarse más cerca del lado de primera base del montículo, Greene incrementó su extensión al soltar la pelota (6.61 pies), aumentando la velocidad percibida hasta 100 mph efectivos.
- Movimiento rediseñado: Eliminó la «zona muerta» de su fastball, reduciendo el break horizontal a menos de 11 pulgadas mientras mantiene 16 pulgadas de break vertical. Este cambio dificulta que los bateadores calculen la trayectoria.
Más que velocidad: la reinvención táctica
Contra la tendencia de reducir el uso de fastballs en la MLB, Greene lo emplea en 60.8% de sus lanzamientos (segundo más alto entre abridores). Los resultados hablan: promedio de bateo de .183 y slugging de .300 contra este lanzamiento. Pero su evolución no termina ahí:
- Splitter mejorado: Este lanzamiento secundario, introducido en 2023, gana protagonismo con +1 mph de velocidad y +2 pulgadas de caída vertical. Su efectividad contra zurdos (histórica debilidad de Greene) se ha convertido en arma letal.
- Control magistral: Con solo 4 boletos en 27.2 entradas, ha refinado su ubicación, combinando potencia con precisión quirúrgica.
De promesa a realidad: ¿Hacia la élite de la MLB?
Aunque es pronto para especular sobre premios individuales, Greene está escribiendo un capítulo singular. Su duelo contra Paul Skenes (otro prodigio del National League Central) perfila una rivalidad épica. Analistas destacan que sus ajustes mecánicos no son experimentales: son mejoras estructurales que sugieren sustentabilidad en su dominio.
¿Mantendrá este ritmo?
La historia advierte sobre la dificultad de sostener un ERA bajo 1.00, pero Greene ha demostrado algo más valioso: la capacidad de evolucionar. Mientras Baltimore Orioles se preparan para enfrentarlo, la pregunta no es si lograrán batearlo, sino cuánto durará esta era de supremacía absoluta.