Con la temporada de MLB a la vuelta de la esquina, los Medias Rojas de Boston enfrentan un desafío táctico que podría redefinir su dinámica interna: la posible reubicación de Rafael Devers, su estrella dominicana, en una nueva posición. El equipo busca optimizar su defensa con la llegada de Alex Bregman, un Guante de Oro en tercera base, lo que ha generado tensiones en el vestuario.
La estrategia defensiva y su impacto en Devers
El plan de los Red Sox es claro: fortalecer la defensa con Bregman en la antesala. Sin embargo, Devers ha manifestado públicamente su deseo de mantenerse en tercera base, posición que ha ocupado desde su debut.
Alex Bregman and Rafael Devers working at 3B, a lot of smiles.
pic.twitter.com/hddktTUyGH
— Boston Strong (@BostonStrong_34) March 7, 2025
Aunque el dominicano ha practicado en el campo durante la pretemporada, su rol inicial en la Liga de la Toronja será como bateador designado, según confirmó el manager Alex Cora.
Cora, conocido por su enfoque pragmático, ha evitado comprometerse con una decisión definitiva:
“La versatilidad será clave este año. Seleccionaremos a los 26 jugadores que nos den la mejor combinación defensiva y ofensiva para el primer partido”.
Riesgos y presiones internas
Analistas como Sean McAdam de MassLive advierten sobre un escenario complejo si la dirección insiste en mover a Devers:
“Si le comunican oficialmente que será el bateador designado, habrá que prepararse para reacciones intensas. No parece que haya cambiado de opinión”.
Aunque el jugador tendrá voz en las conversaciones, la última palabra recae en el cuerpo técnico. Además, figuras como David Ortiz han sugerido que Devers debe “priorizar al equipo sobre el ego”, un consejo que resuena en una organización que valora el liderazgo colectivo.
Beneficios ocultos y futuro incierto
Más allá del conflicto posicional, el cambio podría beneficiar al dominicano. Sus recurrentes molestias en los hombros —que han afectado su rendimiento defensivo— se aliviarían con un rol menos exigente físicamente, permitiéndole enfocarse en su poder ofensivo.
No obstante, el contrato millonario de Devers (vigente hasta 2043) complica cualquier posibilidad de traspaso. Boston difícilmente renunciaría a su figura principal, lo que sugiere que ambas partes deberán negociar soluciones a largo plazo. Si Bregman no renueva después de 2024, la tercera base podría volver a manos del quisqueyano. Mientras tanto, la adaptación parece ser el camino más viable para evitar una crisis en el club.