Desde el inicio de julio, el desempeño de Alex Verdugo ha dejado mucho que desear, poniendo en tela de juicio las decisiones de los Yankees de Nueva York.
Con 210 apariciones al plato en este período, su promedio de bateo ha descendido a un preocupante .214, mientras que su porcentaje de embasado (OBP) y slugging (.278 y .305, respectivamente) reflejan una falta de producción alarmante para un equipo con aspiraciones de postemporada.
Brian Cashman, gerente general de los Yankees, ha mantenido a Verdugo en la alineación, a pesar de que su weighted On-Base Average (wOBA) de .259 y su Weighted Runs Created Plus (wRC+) de 65 lo sitúan muy por debajo del promedio de la liga. Mientras tanto, el joven prodigio Jasson Domínguez, apodado «El Marciano», sigue esperando su oportunidad en las ligas menores.
La decisión de mantener a Verdugo como titular ha generado controversia entre los fanáticos, quienes cuestionan por qué Domínguez, el prospecto más prometedor del equipo, no ha sido llamado a las Grandes Ligas, especialmente después de la expansión del roster.
A pesar del evidente declive en el rendimiento de Verdugo, el manager Aaron Boone ha defendido su permanencia en el equipo, señalando mejoras recientes en sus turnos al bate.
Sin embargo, para muchos, esta justificación es insuficiente. Domínguez ha mostrado su potencial en las ligas menores y dejó una impresión duradera en su breve paso por la MLB en 2023, cuando conectó un cuadrangular en su primer turno al bate frente a Justin Verlander. Este tipo de impacto es justo lo que los Yankees necesitan en su alineación.
Algunos analistas sugieren que la razón detrás de la espera podría estar relacionada con la manipulación del tiempo de servicio de Domínguez, o con mantener su elegibilidad para el premio al Novato del Año en 2025, lo cual beneficiaría al equipo en el draft. Sin embargo, esta estrategia solo tiene sentido si Verdugo logra revertir su mala racha, algo que hasta el momento no ha ocurrido.
La situación actual deja a los Yankees en una posición difícil: continuar con un jugador en baja forma que podría comprometer sus opciones de postemporada, o arriesgarse a subir a Domínguez, quien podría ser el revulsivo que el equipo necesita. Los próximos días serán cruciales para determinar el rumbo que tomará el equipo en esta recta final de la temporada.