En un enfrentamiento clave contra los Chicago White Sox, Alex Verdugo tomó una decisión en el cuarto inning que dejó a los fanáticos y analistas atónitos. Con el marcador 2-1 a favor de Chicago, Verdugo optó por intentar un toque de bola, un movimiento que, en lugar de avanzar a su equipo, terminó en un desastre.
El intento de sacrificio de Verdugo resultó en un fly fácil que el lanzador atrapó sin complicaciones, generando una avalancha de críticas.
Para un jugador de su experiencia, el error fue desconcertante, sobre todo en un momento tan crucial del juego. Esta jugada no solo se tradujo en un out, sino que también reveló una aparente falta de concentración.
Verdugo, en su declaración posterior al juego, admitió que la decisión de tocar la bola fue completamente suya. Confesó que, aunque no estaba seguro al principio, una vez en posición, su ejecución fue deficiente, lo que llevó al error.
Según él, nunca antes había cometido un fallo de este tipo, pero esto solo incrementó la frustración de los seguidores, quienes esperaban más de un jugador con su trayectoria.
Este tipo de errores, en situaciones de alta presión, pueden ser decisivos en el resultado de un partido. En una temporada donde los Yankees luchan por cada victoria, decisiones como la de Verdugo pueden tener un alto costo.
Además, este incidente ha reavivado las dudas sobre su desempeño general, con algunos críticos señalando que su porcentaje de embasado (.299 OBP) no justifica su lugar en la alineación.
Las redes sociales no tardaron en encenderse con reacciones que iban desde la perplejidad hasta la indignación. Muchos cuestionaron por qué Verdugo intentó un toque de bola cuando el lanzador rival ya había otorgado seis bases por bolas en el partido.
En lugar de esperar pacientemente, optó por una jugada arriesgada que terminó saliéndole mal.