Los Dodgers de Los Ángeles han dado un paso notable en el ámbito deportivo y humano al renovar el contrato del ex jardinero Andrew Toles. Este movimiento, aunque discreto, destaca por su significado más allá del terreno de juego.
Toles, de 31 años, ha estado fuera de las Grandes Ligas desde 2018 debido a problemas de salud mental, incluyendo trastorno bipolar y esquizofrenia. Aunque su retorno al béisbol profesional es incierto, los Dodgers han optado por mantener su contrato para brindar apoyo médico.
El gesto de los Dodgers es una muestra sorprendente de humanidad en una industria a menudo desvinculada de estos valores. Toles, quien registra una sólida línea ofensiva en las Grandes Ligas, ha enfrentado una dura batalla personal.
A pesar de sus estadísticas impresionantes, su lucha contra los problemas de salud mental ha sido la protagonista en los últimos años.
Desde que dejó el equipo, Toles ha pasado por al menos 20 clínicas de salud mental. Su historia incluye momentos desgarradores, como ser encontrado durmiendo en un aeropuerto de Florida después de un arresto en 2020. A pesar de los desafíos, el cariño y el apoyo de su ex equipo siguen presentes.
«Me encantaría verlo. Me encantaría abrazarlo. Lo extraño. Realmente lo extraño», compartió el manager de los Dodgers, Dave Roberts, sobre Toles en 2021. Los equipos tienen la posibilidad de «renovar» los contratos de jugadores que no son elegibles para el arbitraje cada primavera.
Mientras tanto, la lista restringida ofrece una manera oficial para que un equipo mantenga los derechos de un jugador sin afectar los límites de su plantilla activa.