El fin de semana pasado, Randy Levine, el presidente del equipo de los Yankees de Nueva York, emitió un mensaje contundente en relación a los equipos de béisbol de Florida: los Rays de Tampa Bay y los Marlins de Miami.
Levine expresó su preocupación sobre la dependencia de estos equipos de mayores renombres para mantener sus ingresos, según informó The Associated Press, a través de RJ Anderson de CBS Sports.
La necesidad de independencia financiera
“Se debe prestar mucha más atención a los equipos individuales para que tengan un mejor desempeño y no solo depender del reparto de ingresos. No puedes tener dos equipos de Florida con un promedio de 15,000 fanáticos… No vas a un estadio de la NFL o de la NBA y ves eso”.
declaró Levine.
Los problemas de asistencia que enfrentan los Rays y los Marlins están impactando seriamente en su capacidad para generar ingresos. Ambos equipos son considerados como dos de los peores en cuanto a asistencia en las Grandes Ligas de Béisbol.
La temporada pasada, Tampa Bay tuvo un promedio de 18,000 aficionados por partido, ubicándose en el puesto 27 del béisbol de la MLB. Los Marlins, por su parte, promediaron alrededor de 14,000 fanáticos por juego y ocuparon el puesto 29.
Responsabilidad individual en juego
Levine subrayó:
“Y creo que ha habido un problema de dependencia que debe mejorar. El comisionado de la MLB ha hecho un trabajo increíble, pero ahora eso es cosa de equipos individuales. En lugar de quejarse y lloriquear, ‘Necesitamos más dinero’, hay que asumir cierta responsabilidad”.
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Irónicamente, aunque los Rays y los Marlins han enfrentado dificultades en términos de asistencia, ambos equipos lograron llegar a la postemporada. En contraste, los Yankees, un equipo con gran renombre, se quedaron fuera de la postemporada por primera vez en los últimos siete años.
En un deporte donde el rendimiento de los equipos se traduce en el apoyo de los fanáticos, la llamada de Levine a la independencia financiera parece ser un recordatorio necesario para los equipos de Florida.
El futuro de estos equipos dependerá en gran medida de su capacidad para atraer a más aficionados y construir su propio éxito, sin depender únicamente del reparto de ingresos de la liga.