Los representantes legales del talentoso pelotero japonés Shohei Ohtani han puesto en marcha una investigación policial en Los Angeles tras reportar un presunto «robo masivo» de fondos.
Este dramático giro en la historia del deporte se desató luego de que los Dodgers, el nuevo equipo de Ohtani, despidieran a Ippei Mizuhara, su amigo y traductor, debido a su supuesta participación en apuestas ilegales.
La acusación que ha conmocionado al mundo del béisbol se centra en una transferencia de 4.5 millones de dólares desde la cuenta de Ohtani a un corredor de apuestas en el sur de California llamado Mathew Bowyer, con el objetivo de saldar la deuda de Mizuhara.
Sin embargo, Mizuhara ha negado vehementemente cualquier participación del jugador en actividades de apuestas, afirmando que Ohtani no está involucrado en tales prácticas y que desconocía por completo la situación.
El hecho ha generado aún más controversia al revelarse que las apuestas deportivas son legales en 40 estados de Estados Unidos, pero no en California, donde Mizuhara habría infringido la ley.
Desde su llegada a las grandes ligas en 2018, Ohtani ha estado bajo el radar de los medios, primero con los Angelinos y ahora con los Dodgers, con quienes firmó un contrato histórico en diciembre de 2023 por 10 años y 700 millones de dólares.
El escándalo ha dejado en entredicho la reputación tanto de Ohtani como de Mizuhara, quien esperaba recibir entre $300,000 y $500,000 como parte de su vínculo con los Dodgers en el año en curso.
El béisbol, un deporte considerado sagrado para muchos, se ve sacudido por estas acusaciones que podrían tener repercusiones duraderas en la carrera de los involucrados.