La llegada de Lionel Messi a la Major League Soccer (MLS) ha marcado un hito histórico, no solo por la importancia que este astro mundial representa, sino también por el significativo aumento en los ingresos económicos de la liga. Sin embargo, la compensación para el talentoso argentino debe estar a la altura de su estatus, y su salario es un reflejo de ello.
Un contrato sin precedentes
La Asociación de Jugadores de la MLS hizo pública la sorprendente cifra: Messi cobra 20 millones de dólares al año, estableciendo un nuevo récord en la liga. Pero esto es solo una parte de sus ingresos, ya que el acuerdo entre la MLS y Apple TV promete al argentino entre 50 y 60 millones, según lo revelado por Jorge Mas, copropietario del Inter Miami, en una entrevista con el medio El País.
Líder en ingresos
Con estas cifras, Lionel Messi lidera el ranking de los jugadores mejor remunerados en la liga estadounidense. A sus talones le siguen jugadores como Lorenzo Insigne, quien percibe $15.4 millones en el Toronto FC, y en tercer lugar, Xherdan Shaqiri, con un salario de $8.15 millones como parte del Chicago Fire.
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Un cambio de continente
Messi, quien posee una fortuna estimada de 600 millones de dólares, según el medio Marca, ha pasado toda su carrera futbolística en Europa. Sin embargo, tras no renovar su contrato con el PSG, optó por dar un giro y trasladarse a los Estados Unidos.
En una conferencia de prensa, expresó: “Estoy feliz, disfrutando de esta nueva etapa y la experiencia de vivir en este país, algo que siempre tuve en mente”.
Un cambio de mentalidad
Finalmente, Messi compartió sus reflexiones sobre su reciente cambio: “Mi salida de París no era lo que deseaba. No quería dejar Barcelona y fue un proceso difícil. Pero, gracias a Dios, la situación ahora es completamente opuesta”. Añadió: “Cuando llegué aquí, lo hice con entusiasmo, alegría y el deseo de seguir logrando resultados, como lo he hecho a lo largo de toda mi carrera”.
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La llegada de Lionel Messi a la MLS no solo ha impactado en términos financieros, sino que también ha marcado el comienzo de una nueva era para el fútbol en Estados Unidos.