En una actuación magistral, Nikola Jokic demostró por qué es considerado uno de los mejores jugadores de baloncesto del mundo, llevando a Serbia a una emocionante victoria en tiempo extra contra Australia.
El encuentro, que tuvo lugar en París, estuvo lleno de altibajos y mostró la resiliencia del equipo serbio, especialmente en los momentos críticos.
Un comienzo inestable
Josh Giddey fue el protagonista en los primeros compases del partido, destacando con sus penetraciones y juego de transición.
Giddey, con 25 puntos y 4 asistencias, fue una amenaza constante para la defensa serbia, que tuvo dificultades para contener el ritmo frenético de los Boomers en la primera mitad.
El escolta Patty Mills, aprovechando los descansos de Jokic y Bogdan Bogdanovic, lideró a los australianos con 18 puntos en la primera mitad, ayudando a su equipo a establecer una ventaja considerable.
Con el apoyo de jugadores como Dante Exum, Dyson Daniels, Jock Landale y Duop Reath, Australia parecía incontrolable, llegando a tener una ventaja de 24 puntos.
El regreso de Serbia
La entrada de Jokic y el especialista defensivo Aleksa Avramovic en el segundo cuarto marcó el inicio de la remontada serbia.
El entrenador Svetislav Pesic hizo un ajuste clave al emparejar a Nikola Milutinov con Jokic, lo que fortaleció la defensa y permitió a Serbia reducir la distancia antes del descanso, yéndose al vestuario con solo 12 puntos de desventaja.
En el tercer cuarto, Bogdanovic emergió como una figura crucial, anotando 10 puntos consecutivos sin fallo y capitalizando las pérdidas australianas. La defensa serbia, liderada por Avramovic, limitó a Mills y a los Boomers a solo 11 puntos en ese periodo, permitiendo a Serbia tomar la delantera al final del tercer cuarto.
El drama de los últimos minutos
El último cuarto fue una batalla intensa con Vasilije Micic destacándose en el control del juego y el pick–and–roll. Jokic, aunque visiblemente agotado en algunos momentos, continuó siendo una fuerza dominante en ambos extremos de la cancha.
Marko Guduric también contribuyó con tiros cruciales, mientras que por el lado australiano, Jack McVeigh fue el más destacado en la segunda mitad.
Con Serbia dos puntos arriba y solo 9 segundos restantes, Mills logró empatar el partido con un tiro sobre Jokic, enviándolo a tiempo extra.
Sin embargo, en el tiempo adicional, Jokic volvió a demostrar su grandeza, asegurando la victoria para Serbia con una actuación dominante en ambos extremos de la cancha.
Terminó el partido con 21 puntos, 14 rebotes, 9 asistencias, 4 robos y 2 tapones, consolidando su estatus como uno de los mejores jugadores del mundo.
Serbia avanzó a las semifinales con una victoria de 95-90, dejando una marca imborrable en el torneo y mostrando una vez más la capacidad de Jokic para cambiar el curso de un partido.