El jueves pasado, la Villa Olímpica se convirtió en el centro de una importante investigación llevada a cabo por la Gendarmería francesa. La atención se centró en Amar Benida, un entrenador argelino de atletismo, y en Djamel Sedjati, medallista de bronce en los 800 metros durante los Juegos Olímpicos en París.
La operación, ejecutada por la unidad de lucha contra el dopaje, conocida como OCLAESP (Oficina Central de Lucha Contra el Dopaje), marca la primera acción de este tipo en el marco de los Juegos Olímpicos que están a punto de concluir este domingo.
Aunque las investigaciones no han señalado directamente a Djamel Sedjati, el principal interés de las autoridades recae sobre el entrenador Amar Benida.
Djamel Sedjati se mostró sereno durante una conferencia de prensa después de la final de los 800 metros, donde obtuvo la medalla de bronce. «Nada [importante] ha ocurrido. Son cosas a las cuales los atletas podemos enfrentarnos», afirmó Sedjati, añadiendo que fue una «pequeña molestia» y que su vida ha vuelto a la normalidad.
A pesar de la atención mediática, las principales entidades involucradas, incluyendo la Fiscalía de París, la Agencia Francesa de Lucha contra el Dopaje (AFLD), la Agencia de Controles Internacional (ITA) y el Comité de Organización de los Juegos (COJO), han declinado hacer comentarios al respecto.
En respuesta a la situación, el Comité Olímpico Argelino expresó su “profunda indignación” por lo que considera intentos malintencionados de dañar la reputación de Djamel Sedjati.
En un comunicado, el comité aseguró que se han tomado “todas las medidas legales de manera inmediata” para proteger al atleta. Además, reafirmaron su apoyo total a Sedjati y a todos los atletas argelinos que representan a Argelia en el escenario internacional con honor y orgullo.