Justin Verlander está viviendo una de sus temporadas más complicadas en las Grandes Ligas, mostrando señales de que la consistencia que lo ha caracterizado en el pasado, está desapareciendo.
El pasado lunes, el lanzador de 41 años sumó su tercera derrota consecutiva cuando los Rojos de Cincinnati se impusieron 5-3 sobre los Astros de Houston.
Este resultado no solo resalta las dificultades recientes del derecho, sino que confirma lo que ha sido su peor campaña desde 2015, cuando dejó un registro de 5-8 con los Tigres de Detroit. Hasta el momento, Verlander posee un récord de 3-5.
Las lesiones pasan factura
Parte de los problemas de Verlander se deben a las lesiones que han marcado su año, alejándolo del montículo y afectando su rendimiento. Con solo 13 aperturas en lo que va de la temporada, esta cifra es la más baja para él desde 2020, cuando solo pudo hacer una aparición.
De estas 13 salidas, 9 han terminado en derrotas para los Astros, lo que refleja su irregularidad y las dificultades que ha tenido para mantener el control en los juegos.
Números que preocupan
El veterano lanzador ha registrado una efectividad de 4.52 en 71.2 innings de labor, permitiendo 36 carreras limpias, otorgando 23 bases por bolas y ponchando a 63 bateadores.
Estos números indican una caída en su desempeño, con 6 aperturas consecutivas sin lograr una victoria, siendo su último triunfo el pasado 24 de mayo contra los Atléticos de Oakland.
Este año se posiciona como la tercera temporada con menor actividad en la carrera de Verlander, superada solo por su temporada de debut en 2005 (2 juegos) y 2020 (1 apertura). Con su actual récord de 3-5, se encuentra en su tercera peor marca personal, después del 0-2 en 2005 y el 5-8 en 2015.