La discusión sobre el legado de Aaron Judge ha cobrado fuerza en los últimos años. Con un rendimiento que combina potencia, precisión y liderazgo, el outfielder de los New York Yankees se perfila como uno de los jugadores más dominantes de su generación. Pero ¿es suficiente su trayectoria para asegurarle un lugar en el Salón de la Fama de Cooperstown?
El dilema: ¿Trayectoria acumulada o impacto histórico?
El debate gira en torno a dos ejes: la longevidad y el pico de excelencia. Aunque Judge ha acumulado logros notables, como tres temporadas con 50+ home runs y un récord de la Liga Americana con 62 cuadrangulares en 2022, sus números totales aún son modestos comparados con otros inmortales.
Con 321 jonrones y 1,041 hits en 10 temporadas, queda lejos de los 2,000 hits o 1,500 carreras impulsadas que suelen respaldar a los inductados.
Sin embargo, su dominio en su mejor etapa es innegable. Según Baseball Reference, su WAR7 (promedio de sus siete mejores temporadas) supera el umbral histórico para jardineros derechos en el Salón.
Además, su línea ofensiva de .289/.406/.607 y un OPS+ de 203 en los últimos tres años lo colocan en una élite estadística: solo Babe Ruth y jugadores vinculados a sustancias prohibidas han alcanzado números similares.
Comparaciones históricas y el factor «miedo al bate»
Judge pertenece a un grupo exclusivo. Es uno de los cuatro jugadores en la historia con cuatro temporadas de 50+ jonrones, junto a Babe Ruth, Sammy Sosa y Mark McGwire. A diferencia de estos dos últimos, su carrera está libre de sospechas de dopaje, lo que refuerza su legado.
Expertos como R.J. Anderson destacan que su mera presencia en el bate altera las estrategias rivales, un intangible que pesa en votaciones.
Opiniones divididas: ¿Qué dicen los analistas?
- Matt Snyder (CBS Sports): «Si se retirara hoy, su inducción sería complicada. Pero su trayectoria actual sugiere que, con más años de producción, será un candidato indiscutible».
- Dayn Perry: «Su pico es tan alto que, incluso con una carrera corta, un comité especial podría reconocerlo décadas después».
- Mike Axisa: «Sus últimos tres años son comparables a los mejores stretches de la historia. Soy partidario de un Salón inclusivo, y él ya tiene mi voto».
El futuro: ¿Primera votación o espera prolongada?
A sus 32 años, Judge mantiene un nivel MVP. Si evita lesiones y prolonga su rendimiento, alcanzará marcas acumulativas (como 500+ HR) que lo convertirían en un «slam dunk» para Cooperstown.
Mientras tanto, su caso actual desafía convenciones: ¿debe primar la excelencia breve sobre la longevidad? La respuesta definirá no solo su legado, sino también los criterios futuros del Salón.