Este es uno de los momentos más esperados de la temporada. Ben Simmons estuvo de vuelta en Filadelfia con una camiseta de Brooklyn después de su tumultuosa salida de los 76ers.
Tenía confianza y se veía en forma, pero consciente de que el ambiente no sería exactamente amistoso. Cada vez que tomó el balón fue acompañado de abucheos. Era predecible; al menos más que la nueva derrota por 115-106 para unos Nets que ni siquiera tenían al lesionado Joel Embiid frente a ellos.
A Simmons no le fue tan mal. Tuvo 11 puntos, 11 asistencias, 7 rebotes, 3 robos y 3 tapones. Hizo lo mejor que pudo pero, para deleite de la afición local, se apagó en la segunda mitad; tanto, que sólo anotó dos puntos (cero en los últimos doce minutos). “Creí que habría más ruido”, comentó sobre el público.