Nikola Jokic protagonizó un momento histórico en los Juegos Olímpicos de París 2024 al registrar un impresionante triple-doble que impulsó a Serbia a obtener la medalla de bronce.
Con 19 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, Jokic fue fundamental en la victoria de su equipo por 83-93 frente a la campeona mundial, asegurando la tercera medalla olímpica en la historia del país balcánico, luego de las platas conseguidas en 1996 y 2016.
Este logro de Jokic marca el quinto triple-doble en la historia de los Juegos Olímpicos, consolidando su estatus como uno de los jugadores más destacados en el escenario internacional.
En el partido por el tercer lugar, Vasilije Micic también tuvo una actuación destacada, contribuyendo con 19 puntos desde el banquillo, mientras que Bogdan Bogdanovic sumó 16 puntos, incluyendo tres triples. Aleksa Avramovic completó la sólida actuación del equipo serbio con 13 puntos.
Por el lado del equipo alemán, que estuvo cerca de lograr su primera medalla olímpica, los hermanos Franz y Mo Wagner lideraron el esfuerzo con 18 y 16 puntos, respectivamente. Dennis Schröder, otro jugador clave del equipo, añadió 13 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias, pero no fue suficiente para superar a la poderosa escuadra serbia.
La contribución de Nikola Jokic en este partido no solo aseguró la victoria para Serbia, sino que también lo colocó en un selecto grupo de jugadores que han logrado un triple–doble en los Juegos Olímpicos, junto a figuras legendarias como Sasha Belov, LeBron James (en dos ocasiones) y Luka Doncic.
Jokic se une a este prestigioso grupo con su actuación en París, donde su visión de juego, dominio en el tablero y precisión en el pase fueron determinantes para que Serbia se llevara la medalla de bronce, escribiendo así un nuevo capítulo en la historia del baloncesto olímpico.